A continuación un resumen de la historia de cómo se generó el Día Mundial del Malbec,
información obtenida de Wines of Argentina.
La selección del Día Mundial del Malbec, con idea
de celebrar el actual suceso del Malbec argentino en los mercados
internacionales, requiere examinar un complejo proceso por el cual se ha
logrado desarrollar un producto determinado, que resulta valorado por el
público. Por lo tanto, el encuentro ha sido posible por la convergencia de dos
procesos relativamente distintos: por un lado la producción del Malbec y por
otro, la construcción de un mercado específico para ese producto. Ambos
movimientos han demorado largos siglos, y son la resultante de una acción
colectiva, en la cual han tomado parte tanto autoridades y gobernantes (reyes,
presidentes, escritores, artistas) como actores sociales y sujetos históricos
(viticultores, enólogos, soldados, comerciantes, transportistas).
¿Qué es más importante: elaborar el vino o
apreciarlo?
En realidad, se trata de dos caras de la misma moneda. No existiría
una sin la otra. De
poco serviría a los bodegueros de Mendoza elaborar el mejor Malbec, sin un
mercado capaz de apreciarlo. Por lo tanto, en este análisis, es preciso
considerar las dos bandas.
El origen del Malbec se encuentra en Cahors, en el
sudoeste de Francia. Allí se cultivaba este cepaje con el cual se elaboraban
los vinos conocidos con el nombre del lugar: vinos de Cahors (Beezley, 2005).
Estos vinos alcanzaron reconocimiento desde los tiempos del Imperio Romano. Luego
se consolidaron en la Edad
Media , para terminar de fortalecerse en la modernidad. Un paso
decisivo fue la conquista del mercado inglés, proceso que tuvo su origen en la
boda entre el rey de Inglaterra y la duquesa de Aquitania, con la cual, el
sudoeste de Francia, incluyendo la zona de Cahors, quedaron bajo la autoridad
del rey inglés; a partir de entonces, se produjo un giro del mercado británico
hacia esos vinos, y se comenzó a construir la cultura de la apreciación del
Malbec en Inglaterra y en el mundo. Posteriormente, el Malbec comenzó a
expandirse hacia otras regiones donde las condiciones agroclimáticas eran
adecuadas, comenzando por Hungría, Crimea y el Cono Sur de América. Cuando la
plaga de filoxera destruyó la viticultura francesa, a fines del siglo XIX, la
cultura de apreciación del Malbec ya estaba construida. Y sobre esa base iba a
desplegarse, un tiempo después, el Malbec argentino.
Para establecer el Día Mundial del Malbec, es preciso considerar estos procesos, dado
que el Malbec está inserto en la historia universal. Además, no es está
buscando el Día del Malbec argentino, sino el Día Mundial del Malbec. Por tal motivo conviene observar el
escenario en forma general.
1-El
Malbec y la expansión del mundo como pre requisito para su valoración actual en
los mercados internacionales.
Cuando llega a una góndola europea una botella de
Malbec de Mendoza, el consumidor no se encuentra ante un producto desconocido.
Durante cerca de dos mil años, la cultura europea ha conocido y valorado este
tipo de vinos. En ese sentido, conviene reconocer los principales hitos en el
largo proceso histórico de construcción de la cultura de la apreciación del
Malbec.
El centro histórico de producción de Malbec es
Cahors, localidad ubicada en el sudoeste de Francia, cerca de los Pirineos. Se
encuentra relativamente cerca de una de las principales regiones vitivinícolas
de Francia: Burdeos está 200 km al este de Cahors.
Localización de Cahors, primera
zona de cultivo de Malbec
De acuerdo al estado actual de las investigaciones
sobre el tema en Cahors es el lugar donde antes se cultivó el Malbec. ¿Cómo
llegó a este lugar? No se sabe si fue trasladada desde Italia por los romanos,
o si ingresó desde otra región europea. En Cahors desaparecen las pistas. Lo
que está claro es que allí se cultivó la cepa, con la cual se elaboró un
producto llamado a adquirir singular prestigio, tal como reconocieron
escritores y reyes.
Durante el imperio romano, el vino de Cahors, fue
apreciado por las élites. Así se refleja en obras de los autores clásicos,
sobre todo Horacio y Virgilio. Después de la caída del imperio romano, se
produjo el colapso del poder político y las instituciones; pero el vino de
Cahors mantuvo su prestigio. En la Alta Edad
Media , fue reconocido por el obispo de Verdún. Posteriormente,
una destacada mujer de esa región, Leonor de Aquitania, contribuyó a la
expansión de los vinos de Cahors, sobre todo en el mercado británico. Esta
historia merece detenerse para considerar algunos detalles.
Leonor de Aquitania (1122-1204) fue una de las
mujeres más destacadas de la
Edad Media europea. Tuvo un poder considerable, al controlar
el ducado de Aquitania que se extendía del Loire hasta los Pirineos. Liberal e
intensa, fue esposa, madre y abuela de reyes. Compartió el amor con el rey de
Francia primero y con el rey de Inglaterra después. Casada con el rey Luis VII de Francia,
separada y vuelta a casar con el rey Enrique II de Inglaterra; encarcelada por
su marido y luego liberada. Madre enérgica, tuvo varios hijos, entre ellos, el
legendario Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra. Una de las nietas de
Leonor fue la Blanca, hija del rey de España, esposa del rey de Francia, varias
veces a cargo de la regencia de ese Estado; la historia la conoce como la Reine Blanche. Viajera y movediza, Leonor atravesó
Europa para participar en las cruzadas; posteriormente, cuando tenia 80 años,
cruzó los Pirineos para buscar a su nieta para acompañarla a las bodas con el rey de
Francia. Fue un símbolo de la mujer que toma sus propias decisiones y vive la
vida intensamente. Personaje fascinante, llamó la atención de los cronistas de
su época, tanto laicos como eclesiásticos. Su vida fue rescatada por la
literatura y la historia, sobre todo en la recurrentemente editada obra de la
historiadora francesa Régine Pernoud, Leonor
de Aquitania (1969); tambièn fue llevada al cine en El león en invierno (1968), con magistrales interpretaciones de
Peter O'Toole y Katherine Hepburn.
La vida de Leonor de Aquitania se cruza con la
historia del Malbec en un punto clave. En efecto, el vino de Cahors se vio
favorecido por la administración de Leonor de Aquitania. Ella potenció las
cualidades de estos vinos, sobre todo a partir de su enlace con la corona
inglesa. En efecto, el casamiento con Enrique Plantagenet, el 18 de mayo de
1152, estableció un estrecho lazo entre su ducado y las islas británicas.
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Enrique Plantagenet |
El
comercio siguió a la política y cada vez fueron más intensas las exportaciones
de vino del sudoeste frances hacia el mercado de Inglaterra. Los ingleses
comenzaron a valorar y apreciar los vinos de esa región. Unwin explica el
fenómeno en los siguientes términos:
“Inglaterra cubría una buena parte de su demanda
con vinos del oeste de Francia. El establecimiento de vínculos formales entre
Inglaterra y la Gascuña data del divorcio de Leonor de Aquitania y Luis VII de
Francia y de la boda de ésta en 1152 con Enrique, duque de Normandía y conde de
Anjou, Maine y Touranine, quien en 1154 ascendería al trono de Inglaterra.
Leonor aportó el ducado de Aquitania como parte de su dote, que incluía Poitou,
Guyenne y la Gascuña, y en lugar de comprar vinos en la feria anual de Ruán tal
y como habían hecho hasta entonces, a partir de ese momento los ingleses
compraron el vino en los puertos de Nantes, La Rochelle y Burdeos. En este
periodo disminuyó la cantidad de vino elaborado en Inglaterra debido a las
crecientes dificultades a que se enfrentaban los vinicultores ingleses,
incapaces de competir con la producción de vino del sudoeste de Francia, más
regular, fiable y fácil.” (Unwin, 2001: 249). Los ingleses no solo compraban
vinos de esa región, sino que se produjo un relevante flujo de capitales e
inversiones hacia la viticultura del sudoeste frances, lo cual contribuyó al
debilitamiento y definitiva desaparición de la viticultura inglesa (Unwin,
2001: 222).
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Enrique III (1312-1377) |
Los ingleses comenzaron a importar regularmente el
vino de Cahors a partir del siglo XIII. Este proceso culminó en la centuria
siguiente, durante la administración del rey Enrique III (1312-1377), el cual
comenzó a usar la expresión de “vino oscuro de Cahors”. El abastecimiento de
estos vinos al mercado inglés se mantuvo vigente durante largos siglos. El
siglo XIX marcó el declinar del vino de Cahors en Francia e Inglaterra. Los
comerciantes de Burdeos le cerraron el camino a los mercados británicos y,
posteriormente, la plaga de filoxera terminaría por castigar los viñedos de
Malbec en Cahors, situación que no se pudo revertir hasta la década de 1980.
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Pedro el Grande (1672-1725) |
Paralelamente, el Malbec se abrió camino en otras
regiones europeas, sobre todo en Rusia. Por iniciativa del zar Pedro el Grande
(1672-1725), se introdujeran cepas de Malbec en el imperio ruso,
particularmente en la región de Crimea.
Esta tendencia fue profundizada por una de sus sucesoras, Catalina la
Grande (1729-1796). Ella dio un fuerte impulso al traslado de cepas Malbec
desde Francia. Este proceso culminó en 1828 con la puesta en marcha de la
hacienda de Crimea, en la cual el principe Vronontsov cultivaba miles de cepas
de uva francesa, incluyendo Malbec.
2-Llegada del Malbec a la
Argentina
La expansión del Malbec, iniciada en el siglo XVIII
hacia el este, se completaría en la centuria siguiente, hacia el oeste, para
llegar al Cono Sur de América: en efecto, en las décadas de 1840 y 1850, las
cepas de Malbec se comenzaron a cultivar en las Quintas Normales de Santiago de
Chile y Mendoza.
En efecto, el Malbec llegó a Chile en la década de
1840. En el marco de la apertura política y cultural generada a partir de la
Independencia, la clase dirigente chilena comenzó a mirar hacia Francia con
creciente interés, con ambiciones de superación. En este contexto, uno de los
aspectos que se procuró incorporar, fue la vitivinicultura francesa, incluyendo
sus cepas y sus técnicas de elaboración el vino. En este contexto vendrían a
Chile especialistas franceses, como René Lefevre, Claudio Gay y Michel Aimé
Pouget, los cuales motorizaron importantes cambios en la vitivinicultura
nacional, acentuando las tendencias francesas (Briones, 2006). Junto con ellos,
hubo tambièn otros franceses que realizaron aportes significativos. Y sus
propuestas se difundían a través de las nuevas instituciones creadas,
precisamente para tal fin, como la Sociedad Nacional de Agricultura (fundada en 1838) y la Quinta
Normal de Santiago
(1841). En estas condiciones se produjo
la llegada de las cepas europeas al fértil suelo regional.
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Michel Aimé Pouget y señora |
“Ya en 1845 un francés residente en Chile,
Nourrichet, habìa introducido cepas de su país de origen en el predio de otro
francés, Vigoroux, dueño de la Viña La Luisa ,
que fue incorporada a la Quinta Normal. En
1848 Pierre Poutays, también francés, crea la Vila La Aguada , que abandonara
en 1856 para organizar Santa Teresa, mucho más grande. Claudio Gay también
había participado en este proceso, haciendo traer vides a la Quinta Normal ” (Del
Pozo, 1999: 70).
En el plano institucional, el espacio más
importante de este proceso fue la Quinta Normal de Santiago. Fundada en 1841 por
iniciativa del exiliado argentino, Domingo Faustino Sarmiento, su nombre se
inspiraba en la Escuela
Normal de París, donde se cultivaban plantas en general y
vides en particular. La
Quinta Normal de Santiago operó como una estación
experimental, en el sentido de introducir nuevas especias y variedades de
plantas europeas, adaptarlas a los suelos y climas americanos, y luego
difundirlas en la región para mejorar la producción agrícola y agroindustrial.
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Domingo Faustino Sarmiento |
Mientras Chile avanzaba con sus instituciones y sus
innovaciones tecnológicas, la Argentina permanecía en una situación de
estancamiento por problemas políticos. El gobierno de Rosas promovía tensiones
internas y externas. Rosas se enfrentaba con los empresarios, particularmente
los del sector vitivinícola; y tambièn generaba conflictos externos, que
tendían a aislar a la Argentina del mundo y sus capitales y sus innovaciones
tecnológicas. El país no lograba generar confianza; muchos intelectuales y
empresarios optaron por exiliarse o permanecer en el país, aguantando el
desgobierno. Para complicar más las cosas, Rosas tenía grupos violentos que
circulaban por las calles, sembrando el miedo y el terror entre los ciudadanos
corrientes. Predominaba un ambiente de crispación, en el cual la industria
vitivinícola de Mendoza y San Juan sufrió un largo periodo de estancamiento y
retroceso relativo.
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Juan Manuel de Rosas |
Después de la caída de Rosas y la normalización
institucional de la Argentina, se generaron las condiciones para recuperar el
tiempo perdido. Sarmiento promovió la fundación de la Quinta Normal de
Mendoza. Siguiendo el modelo de Francia y Chile, esta Quinta Normal se propuso
incorporar nuevas variedades de cepas, como medio para mejorar la industria
vitivinícola nacional. Esta iniciativa fue acogida por el gobernador de Mendoza
Pedro Pascual Segura, y su ministro de gobierno, Vicente Gil. El 17 de abril de
1853 presentaron el proyecto ante la Legislatura Provincial ,
con vistas a fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. La Cámara
de Representantes abordó el proyecto y terminó por aprobarlo con fuerza de ley
el 6 de setiembre de 1853 (Girini, 2006: 23-24).
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Pedro Pascual Segura |
La dirección de la Quinta Agronómica
de Mendoza fue confiada al francés Michel Aimé Pouget (1821-1875). Titulado en
la Sociedad de Horticultura de París
por certificado extendido el 8 de junio de 1852, Pouget debió exilarse debido
al golpe de Estado de Napoleón III, ocurrido el 2 de diciembre de ese año. Para
continuar con la práctica de su oficio, se radicó en Chile. Allí se desempeñó al
frente de la Quinta
Normal , como así también en haciendas particulares de Viluco
y sobre todo, en Peñaflor, 40 kilómetros al oeste de Santiago, propiedades de don
José Larrain Gandarillas. En la zona de Peñaflor había una importante tradición
de esmero en los procesos de cultivar plantas frutales en general y vides en
particular, como así también en la elaboración del vino con equipamiento
signado por la higiene y el cuidado (Inventario de bienes del fundo de
Peñaflor, de don Agustín Díaz; Santiago, 16 de junio de 1827. Archivo Nacional
de Chile, Fondo Judiciales de Santiago, Volumen 304, Pieza 9, Fojas 24-27v). En
este espacio, don José Patricio Larrain llevó adelante un proyecto de
innovación e incorporación de nuevas especias y variedades a la producción
rural chilena.
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José Larrain Gandarillas |
Con estas experiencias, Pouget logró adaptarse a
las costumbres y el ambiente natural y cultural del Cono Sur, a la vez que
logró su objetivo de continuar con su oficio y promover la innovación agrícola
regional. En estas condiciones recibió y aceptó la oferta del gobierno de
Mendoza y se puso al frente de la Quinta. Pouget llegó a Mendoza en 1853, a los 32
años de edad, con los aportes de Quinta Normal de Chile, entre los cuales se
destacaba “una gran carga de plantas y semillas que incluía cepas de varios
tipos, como por ejemplo, Cabernet Sauvignon y Pinot Noir; una de ellas era la uva Malbec ” (Beezley,
2005: 292).
Continúa en siguiente nota.
Silvia Ramos de Barton
Directora y Sommelier Internacional
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